Soy una de las muchas castelloneras que se sienten insultadas y agredidas por la intención del gobierno socialista de construir una Variante de la N-340 a tan solo 100 metros del Ermitori de la Magdalena. No es necesario ser experto en ingeniería para darse cuenta de lo que eso significará para el entorno de la Magdalena. ¡Una Autovia al mateix costat de la Magdalena¡. Es una barbaridad tan grande que es como para no creérselo.
La Magdalena de este año está a punto de llegar y a pesar de los repetidos anuncios del alcalde de Castellón de llevar a los Tribunales ese Trazado, lo cierto es que aún no ha hecho nada de nada. Por ello tendrá que ser la sociedad civil la que les saque los colores a los políticos. El PSOE y el Bloc han tocado fondo por traicionar a Castellón y el PP se está mostrando incapaz de hacer algo útil para resolver la situación. Todos son culpables.
Propongo que el día de la Romería nos coloquemos al lado de la cinta verde tradicional, otra cinta idéntica pero de color negro. Sería como un crespón negro por el riesgo grave al que está siendo sometido el Paraje de la Magdalena y como acto de desagravio a la nostra Magdalena.
Pudiendo desdoblar con 2 nuevos carriles la calzada actual de la carretera N-340, es un auténtico insulto el querer construir una Autovía por la Magdalena.
Esa cinta negra junto a la verde podría servir para concienciar a todos y mostrar de una forma visible la protesta de la ciudadanía por un proyecto tan ridículo como cruel para nuestra ciudad.
Con esta carta pido a las mujeres y hombres de Castello a que nos dejemos de banderas políticas y que nos unamos para defender una de las pocas cosas que nos unen a los castellonenses: nuestra Magdalena.
Se despide atentamente
Tica Causanilles Barrachina
Castellón, a 5 de febrero de 2009