Empecemos por sentar la base de que, el origen y el fundamento de esta absurda guerra lingüística, es total y absolutamente económico y político. Nunca puede ser científico para las personas que tengan el cerebro libre de ambiciones dinerarias o políticas.
Empecemos por saber lo que dicen los gramáticos sobre el tema.
Idioma es toda forma de hablar o escribir con literatura propia, y dialecto es toda variación local derivada de lo anterior.
Si sentamos lo precedente como base y nos ponemos a hurgar en la Historia, podemos preguntarnos: ¿Quién es derivado de quién? ¿Dónde se conoce más pronto su literatura, en Cataluña o Valencia? ¿Cuál de las dos lenguas produce más obras maestras en la época de su nacimiento y esplendor? ¿Qué autores son los que más contribuyen a la formación de esta lengua, los catalanes o los valencianos? ¿Dónde se publicaron antes obras escritas en ese idioma? ¿Cuál es más antigua, en Literatura e Historia la palabra valenciano o la palabra catalán?
Aún no existía la palabra ‘catalán’ cuando ya se denominaba ‘valencianos’ a los habitantes de estas tierras. Además ya existía el Reino de Valencia cuando Cataluña no era ni Principado, de lo que nunca ha pasado a ser.
Todo esto le sentaría (si lo leyera) muy mal, al moscón cojonero y pro etarra de Carod-Rovira. Pero si en lugar de hablar con los asesinos para pedir indulgencia para su ciudad a cambio de apoyo político, se dedicara a hurgar en ese Archivo Histórico que le pide a Salamanca; y que seguramente ni lo ha ojeado siquiera, no diría las sandeces que dice en esta materia.
La existencia oficial del Reino de Valencia data del año 788, y adquiría, bajo la dominación árabe, una considerable consolidación y autoridad propia que parecía un mundo árabe aparte del de Córdoba.
Y mientras que los pueblos que forman la Cataluña actual estaban semi-embrutecidos y atrasados en todo, el Reino de Valencia florecía y sus centros de Cultura en Denia, Játiva y Valencia daban al mundo grandes talentos. Los cuales, en leyes, astronomía, ciencias, medicina y bellas artes rivalizaban con los mejores de Córdoba y Granada.
De ahí tantas palabras de origen árabe que enriquecen el idioma valenciano y que no figuran en el catalán.
Tanto el valenciano como el catalán son dialectos del latín vulgar que se hablaba cuando nacieron ambas lenguas pero el valenciano se hablaba mucho antes que comenzara a conocerse el catalán.
Por otra parte: Pastenaga por Safanoria, Xarampió por Pigota, Galleda por Poal, Escombrera por Granera, Canalla por Chicalla, Tarda por Vesprada, Moncheta por Fesol, Blat de moro por Dacsa, Maca por Bonica, Presec por Bresquilla… Entre cientos y cientos de palabras con esas diferencias… ¿Avalan la Unidad de la Lengua?
Seamos serios y dejemos el dinero y la política aparte y dediquémonos a engrandecer Valencia por parte de los valencianos y a Cataluña (sin ‘anexiones’ interesadas), por parte de los catalanes; que los hay en gran número muy sensatos, y admirados por mí y por muchos valencianos, por su espíritu trabajador, y por ahorrativos en el mejor sentido de la palabra, que están más que hartos de padecer unos políticos como Maragall y Carod-Rovira.
Esa ‘Academia’ de pacotilla… ¿Qué razones científicas ha hecho públicas para apoyar su ‘interesado’ dictamen? Ninguna, porque no la hay.
Si no desaparece la ‘Academia’, desaparecerán del panorama político Camps, por su cobardía, y González Pons por su catalanismo. (El otro día hablando por Canal Nou se le escapó un ‘nosaltres’ como la maravillosa Catedral de León).
José R. Llopis Domingo. Valencia
Articul publicat en la seccio de “Cartas al Director” del periodic “Diario de Valencia”, el 22.2.2005.