Sr. Director:
Querría dirigir este escrito a la alcaldesa de Palma: Doña Aina Calvo, tras mi más atento saludo, lamento tener que decirle, como licenciado en Filología, que es usted una inculta atrevida. Ignora totalmente la historia balear, de la que, desde un correcto análisis de la misma, se deduce que Cataluña como tal no pudo conquistarnos ni traernos su lengua. La razón es obvia: lo que hoy llamamos “Cataluña”, no existía a la sazón, ni geográficamente ni políticamente. En 1229 era un territorio integrado por ocho condados autónomos bajo soberanía del Rey de Francia. Y así fue hasta el año 1258, Tratado de Corbeil. ¿Pudo un territorio inexistente políticamente conquistarnos y traernos su lengua?
Lo de “catalanizar” los nombres de las calles de Palma es el colmo de la ignorancia. Una afrenta infame a la Filología. La lengua balear (mall., men., ibiz.) es la única lengua románica moderna que usa dos demostrativos latinos para su artículo determinativo. Efectivamente, usa ipse, ipsa, ipsum para lo normal: es pa, ets abres, ets hòmos, sas dònas, emb sos pèus…; y usa ille, illa, illud para lo especial y único: el Bon Jesús, el Réy, la Réyna, la mort, el mon, la Sèu, las duas y cuart…
Esta exclusividad específica del balear es una verdadera joya lingüística, un inapreciable tesoro cultural. ¿No es un sacrilegio filológico que se menosprecie y se considere payés o vulgar? De tenerlo sus “idolatrados pancatalanistas”, nos lo exaltarían a todas horas por activa, por pasiva y por perifrástica. ¿Cómo es posible que usted, alcaldesa de Palma, pisotee los valiosos tesoros culturales de su ciudad más que milenaria?
Con razón el buen periodista mallorquín, Antonio Alemany, la calificaba en uno de sus artículos, como “la peor alcaldesa de Palma en toda su historia”.
Palma merece un alcalde o alcaldesa de auténtica categoría intelectual y de verdadera sensibilidad social.
Juan Vanrell Nadal.
9.9.2009. Articul publicat en el periodic “El Mundo/Día de Baleares”.