Es curioso todo lo que está pasando en torno a la lengua valenciana en estos últimos años, y ahora especialmente...
Uno asiste perplejo a un mercantileo político inaudito alrededor de un idioma que la mayoría del pueblo valenciano siente como propia.
Uno se pregunta... pero... ¡Cómo puede ponerse en duda que el valenciano es una lengua! ¿No llevan los escritores de esta tierra siete siglos diciendo en sus letras que lo hacen en "sa vollguda llengua valenciana"? Además ¿No es cierto acaso que del Cenia al Segura se le llama "valencià" a la lengua que hablan distinta del castellano?
Por otro lado, uno se plantea... si ciertas personas que tienen el poder no saben nada sobre la literatura valenciana, si ni tan siquiera se han paseado por esta geografía escuchando a sus gentes y ese tipo de cosas... porqué no han hecho una cosa muy sencillita: acudir a la Ley y aplicarla sin más.
Y digo esto porque la Ley es la expresión del pueblo y su ejecución suele ser el deber del Gobierno... pero vamos que igual de esto nadie se acuerda porque claro el artículo siete de la Ley Orgánica 5/1982, de 1 de julio, recoge expresamente qué lenguas son las que se hablan por estos lares, y uno creía que el Gobierno también debía someterse al imperio de la Ley, sobretodo por todo lo que viene en la Constitución de 1978 y sus artículos nueve y ciento tres...
Lo cierto es que el pueblo habla de "valenciano" y la Ley también, lo que ya no sabemos es de qué habla la política.
2/12/2004. Luis Iserte Soriano. Valencia