Per Santiago Vernia Martínez
En Burriana hay un paraje natural de enorme atractivo. Se llama el “Clot de la Mare de Deu”, a pesar de que en cierto momento se le intentó llamar “Estany LLarguer”, por culpa de un afán descristianizador de nombres, propio de la ignorancia. La misma que llevó a quitar la Virgen de la Sapiencia del escudo de la Universidad de Valencia. Pero esta es otra historia para otro día.
En el Clot de la Mare de Deu, en Mayo, era maravilloso el canto de gran cantidad de ruiseñores que anidaban en su arboleda. Pero eso era en otros tiempos. En la actualidad, grandes bandadas de estorninos han desplazado a los ruiseñores. Tienen una voz fuerte pero desentonada. Imitan a los ruiseñores y hacen un trino que a gente inexperta puede llegar a parecerles el canto majestuoso del ruiseñor, pero nada más lejos de la verdad: es pobre y repetitivo, aunque sea potente y abundante.
Hace unos días pude observar a un estornino parado en una ventana del vecino. A cada uno de sus torpes cantos lo acompañaba de una gesticulación ridícula, como si de verdad no sintiera lo que cantaba. Y creo que así debía de ser.
Todo esto me viene a la cabeza al filo de un ya tristemente famoso artículo de Don Angel Calpe, académico de la AVL. Este señor, no contento con embolsarse un dinero valenciano que en mi opinión no se gana, está preparando el terreno para la sustitución de los ruiseñores por los estorninos. Va a suceder. Primero, la gente de menos prestigio, como el Señor Calpe, harán la faena sucia de criticar las entidades como la RAVC por usar el idioma Valenciano que todos tendríamos que cultivar y mejorar. Luego vendrán los “sabios lingüistas “de la AVL a certificar que lo que los propios valencianos queremos es erróneo.
Mientras tanto, implacablemente, como todos estos años, las Escuelas seguirán su labor de desvalencianización pagadas por el gobierno del PP.
Y también mientras tanto, el Gobierno Valenciano del PP estará como ausente, o mirando hacia otro lado, o fingiendo (por medio de un cinismo asombroso manejado por personas muy concretas) que hacen valencianismo.
Los estorninos habrán desplazado a los ruiseñores. El canto pobre pero eficaz de los mediocres engañará a los paseantes.
Espero y confío que siempre habrá, en algún sitio, los verdaderos señores del canto.