Per Federico Ferrando Roda
Está claro que la alianza de civilizaciones del Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero es una utopía, a la luz de las palabras de Arturo Pérez Reverte en el artículo que publica una revista semanal del pasado domingo. En él, dice Reverte que después de su experiencia en países musulmanes a lo largo de más de veinte años, ve totalmente imposible dicha alianza por la fusión total y absoluta de estado y religión, política y religión: “Occidente le parece –y es- débil y miserable. Nos van a reventar con nuestras propias contradicciones". Arguye que los musulmanes tienen fe, tienen hambre, tienen desesperación, tienen los cojones en su sitio. Y nos han calado bien. Conocen el cáncer. Les basta observar la escalofriante sonrisa de las ratas dispuestas a congraciarse con el verdugo. Muy duras manifestaciones, pero su experiencia le indica que los hechos serán tal y como relata.
En una situación así, resulta angustioso pensar en el porvenir, aunque siempre tenemos la esperanza en nuestros corazones, como el parlamentario español del XIX, D. Antonio Aparisi y Guijarro, que proclamaba en el Congreso: “Hoy no somos en política ni blancos, ni negros, ni amarillos; hoy no sabemos siquiera lo que es política; hoy somos simplemente españoles y cristianos”.
Tales palabras suenan como profecía de lo que Pérez Reverte ya argumenta. Si esa situación llega a España, se harán realidad las palabras de Aparisi y Guijarro, y únicamente tendremos la vía de la españolidad y del cristianismo fuente de supervivencia.
También nos queda la esperanza de que el devenir de la historia no llegue a dichas situaciones.