Per Baltasar Bueno
La fiesta de Corpus en Valencia ha sido eminentemente municipal. El Consell de la Ciutat, hoy Ayuntamiento de Valencia, ha sido impulsora, patrocinadora y organizadora del programa de fiestas y de un modo muy especial de la procesión.
Todos los años –costumbre que se ha perdido en la actualidad- el Consell de la Ciutat hacía una “crida” o bando en la que llamaba a la vecindad a prepararse, adecentar casas, calles y plazas del recorrido de la procesión y a participar en ella.
Y así se hacía, iba muchísima gente a la procesión, que solía durar hasta siete horas, rivalizando instituciones, gremios, órdenes religiosas, parroquias y estamentos en lucir las mejores pompas, ideas y genialidades.
Se hacía todo en valenciano, hasta la “crida”, en un valenciano que ahora nos lo están exterminando, suplantando y archivando en el baúl de los recuerdos los de la Academia Valenciana de la Lengua, la Conselleria de Educación y todo el aparato oficial, que, en vez de buscar en nuestros orígenes nuestra Lengua Valenciana, se van a Barcelona a tomar al pie de la letra lo que les manda el Instituto de Estudios Catalanes.
Para que vean qué precioso es nuestro valencinao, el auténtico, el genuino, el que están “socarrant els catalanistes”, les cito un pequeño botón de muestra. Manual de Consells de la Ciutat, Archivo Histórico Municipal, año 1355 (Siglo IV), (12ª, folio 29), por si no se fian. Si no tienen tiempo, pueden acceder a mi libro “La festa del Corpus”, donde la transcribo.
“...fa saber de part dels honrats Justicies, Jurats e Prohomens de la Ciutat de Valencia, a tuyt en general.. es stat stauit e ordenat, que cascun any daqui avant en lo dia de la festa de Cropus Christi a honor e reverencia de Jesu Christ e dels seus precios Cos una general e solemnial Processo per la Ciutat de Valencia sia feta, en la qual sien e vajen tots los Clergues e religiosos, e encara totes les gents de la dita Ciutat, ab les Creus de lurs Parroquies; la qual Processo ixca e partexca de la Esglesia de la Seu de la Ciutat damunt dita, ço es:
Per la porta que es ves la plaça de les Gallines, e pasa per la Freneria, per lo Canto den Merles, e per lo carrer den Berenguer de Ripio, e per la plaça den Vinatea, e ix per la porta de la Moreria, pasant per la Bolseria, e per lo Mercat, e sen entra per la porta Nova, e pasa per la Draperia, que va ves la Pelleria, pasant per lo carrer Major, e per la porta de la Boatella, e per la Ecclesia de Monsenyor Sent Marti, e per el carrer apellat de la Corregeria i sen torna a la Seu...”
El edicto ordenaba encalar las fachadas de las casas, adornarlas con plantas y flores y tapices, limpiar las calles y regarlas para evitar que se levantara polvo.
Concretamente se decía a la vecindad que “a honor e reverencia de Nostre Senyor Deu Jesu Christ vos esforçats a empaliar e enramar les enfronts de vostres alberchs, e a nedejar les vostres carreres”.
Los catalanistas, y los gobernantes que están consintiendo este genocidio lingüístico, no nos han dejado actualmente ni el “lo” tan característico de la Lengua Valenciana y que, sin embargo, los catalanes curiosamente sí lo usan. Recuerden las pancartas del Delta del Ebro estos días: “Lo riu Ebre es nostre”, “No a los trasvasaments”, “Los trasvasaments no son vida”,...
Todo es “lo”, el “lo” que a los valencianos nos ha robado, quitado eliminado, suprimido, exterminado, fusilado el catalanismo, la AVL, Canal 9 y el propio PP, que es el último y principal responsable de la política lingüística. Y toca ser amables con los nacionalistas, separatistas, independistas, catalanistas para poder gobernar.