La benicarlanda i la llibertat d´expressio

Per Julio Filippi Domínguez

Sr. Director:

¡Ya me tocaba! Ya me extrañaba que la tipejilla, que firma en su semanario con el pseudónimo “una benicarlanda”, no me hubiese puesto a parir.

Pero por fin, me ha llegado la hora, esta tipeja que ha criticado ¡todo! ¡todo! lo que ocurre en este pueblo y en este Reino, que ha puesto a “caldo gatet” a los benicarlandos que acuden a ver a su equipo al pabellón polideportivo, a los falleros que tiran masclets, les despertaes, la procesión del Cristo, las Navidades, la Semana Santa, las vacaciones de agosto, a los constructores, a los políticos, a la comisión de fiestas, al aeropuerto de Castellón, al equipo de fútbol sala, a los marineros, a los agricultores, al campo de golf, al trasvase del río Ebro, la fórmula uno, etc…¡ todo! ¿Es que hay algo que le guste?

Y es que de verdad agradezco sinceramente que esta tipeja no apoye nada que coincida con mis pensamientos. Por que gente como ella, lo denigra, lo ensucia y además sólo utiliza mentiras e insultos para descalificarme, de argumento ninguno nena, ninguno.

Verá tipejilla “benicarlanda” anónima. De analfabeto nada, como comprobará sé leer y escribir, además en tres idiomas, en castellano, en italiano i en llengua valenciana, ¡En la que NO ME DEJAN EXPRESARME en este semanario! ¿Entiende o le dibujo un plano? Sra. Alfabeta, culta e ilustrada.

Si el director de este semanario no me permite utilizar la normativa de la Real Academia de Cultura Valenciana, tendré que escribir en castellano, ¡que remedio me queda!

De todas maneras, queda usted invitada a la presentación de mi libro que saldrá a la venta estas Navidades con el título “Apunts Valencianistes, breu manual per a defendre la llengua valenciana i el Regne de Valéncia”. Escrito en su totalidad con “les Normes del Puig”. Mire y si se me presenta igual se lo regalo, ¡por valiente!

Sra “benicarlanda”, permitirá que dude mucho de que usted diga la verdad al afirmar que es usted benicarlanda, la mayoría de nacidos aquí, en Benicarló no somos como usted, gracias a Dios.

Que usted exija y presione al director de este semanario, que se me censuren mis escritos por defender la llengua valenciana sin imposiciones del Institut d´Estudis Catalans i de ninguna Academia política como es la AVL, no es signo de que usted es hija de Benicarló. En Benicarló som bona gent, nos gustan las fallas, las fiestas, la pólvora, el fútbol sala, en fín lo benicarlando.

Yo ya sé que el valencianismo cultural y político molesta, y además mucho. Fíjese que a la directora del otro semanario de Benicarló, donde yo era columnista, la presionaron para no permitirme escribir en “les Normes del Puig”. No está de moda no, ahora mola ser catalanista y renegar de lo valenciano.

Sra “benicarlanda”. Libertad de expresión, ¿A que no le suena esa palabra? ¿Que no está en su extenso y amplio vocabulario? Pues venga, A APRENDER, que nunca es tarde en democracia. Al igual que cuando en esta sección veo que un artículo va firmado con ese pseudónimo, ya no lo leo, ¡Haga usted lo mismo! Y no adopte posiciones fascistoides. No dona, en Benicarló no som aixina. Nos va la libertad de expresión.

Se lo dice Julio Filippi, sí sí, pintor. Benicarlando de “soca i arrel”, nacido en la Calle César Cataldo número 52. ¿Ve usted? “benicarlando” pero no anónimo.

cites

Nadie podrá asegurar que el valenciano y el mallorquín sean dialectos del catalán en el verdadero sentido de la palabra. Los tres se han desarrollado con absoluta simultaneidad de tiempo y divergencias léxicas, sin influirse mutuamente
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