Per Baltasar Bueno
Si usted se toma la molestia de analizar los datos de lo que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana vieron en televisión la semana pasada, se percatarán de que Canal 9, alias “Tele Camps”, ha alcanzado al récord negativo más bajo de su historia con un share del 11,6%, quedando en quinta posición de seis en el ranking.
Telecinco se llevó el 17,3%, Cuatro el 15,7%, Antena 3 el 14,6%, la 1 de TVE un 13,3%, Canal 9 un 11,6% y la Sexta un 5,5% de todo lo que los valencianos estuvieron viendo la tele durante la semana que cerró el mes de junio.
Canal 9, alias “Tele Camps”, va como los cangrejos, no por culpa de los trabajadores de la casa –quienes trabajan, pues hay unos cuantos enchufados políticos que no dan palo al agua- que son profesionales como la copa de un pino, sino por los faltos de imaginación y desmanotados de la cúpula directiva de la casa, comisarios políticos del PP, a los que, por cierto, les meten todos los goles por la escuadra que quieren en Punt 2, donde han confinado a muchos del rojerío del ente.
La programación de Canal 9 es infumable e impresentable. Lo único que hacen es muchas películas de vaqueros y muchos sacar a Camps en los informativos. He llegado a ver hasta cinco veces a Camps en el mismo informativo de tarde y de noche. Y es que Camps si no sale ochenta veces al día en Canal 9 le da un patatús, se pone histérico. De ahí que Canal 9 descienda en audiencia y prestigio a marchas forzadas todos los días y de que se rumoree de un ERE bestial que va a afectar a los trabajadores del ente con más de 52 años.
Lo que ocurre con Camps y Canal 9 no pasaba ni con Franco en el Nodo. Aquello, como mucho, lo veías una vez a la semana y si tenías dinero para ir al cine, pero lo de Camps se pasa de castaño oscuro. Hay gente ya que cuando llega el Telenoticias se pasa inmediatamente de canal, porque para ver a Camps o Rambla vendiendo todos los días la Fórmula 1 o contando películas, pues mejor no perder el tiempo.
Eso cuando no te cuentan trolas, como ayer la de Rambla que aseguró que el pabellón valenciano en ExpoZaragoza era le mejor de todos los autonómicos y se quedó tan pancho. El hombre no sabe ni mentir, porque lo de Valencia es un stand, un cuartucho incoloro, inodoro e insípido, donde no estaba ni la Senyera cuando yo fui a verlo, y dudo que la hayan puesto después, y es tan ridículo el cuarto cutre que allí nos representa que dan ganas de salir corriendo nada más entrar.
Rambla, el hombre vendedor de humos de la Generalitat, dijo tal sandez a pesar de los magníficos y grandiosos pabellones de las otras Comunidades Autónomas españolas y por citarles un ejemplo, sólo el de Aragón es un edificio singular de una docena de alturas, nada que ver con el cuarto trastero que han puesto a manera de ridícula embajada valenciana.