Per Eliseo Forcada Campos
La vinculación entre judaísmo y cristianismo es tan estrecha que la palabra cristiano deriva de Xristos, a su vez traducción griega de Mesías, una palabra hebrea que significa ungido. El cristianismo es la religión fundada por el Mesías, personaje a cuyo advenimiento se ordena toda esperanza e historia del Antiguo Testamento.
El Nuevo Testamento significa la nueva alianza de Dios con el Nuevo Israel, o “Israel de Dios”, como San Pablo denomina a la Iglesia. El Antiguo testamento o Antigua Alianza del Sinaí con el viejo Israel no es más que la preparación de ese Nuevo Pacto de Dios con los hombres.
Los judíos del siglo I de nuestra era, y hasta su reorganización en el año 70, consideraron a los cristianos como una secta judía, una herejía entre tantas. Desde entonces los cristianos tuvieron ante el judaísmo ortodoxo la consideración de herejes. De esta manera, los judíos obligaban a los cristianos a no participar en el culto en la sinagoga, en el que en un principio participaban.
Esta tensión entre judíos y cristianos se puede apreciar, por ejemplo, en el Evangelio de San Mateo. La dirección universalista indicada en este Evangelio, contrasta con la visión particularista, nacionalista de los israelitas, según la cual la salvación era sólo para ellos y para los que aceptaran el judaísmo. Después de mucha polémica judeocristiana durante los dos primeros siglos, el judaísmo optó por ignorar al cristianismo. Prácticamente ignora a Jesús. Son raras las menciones o alusiones a Él en la literatura rabínica, como el Talmud.
A partir del siglo XIII y hasta el final de la Edad Media, comienza otra época de la polémica judeocristiana, particularmente en España. Una polémica que tuvo su punto culminante con la Controversia de Tortosa, presidida por el antipapa Luna. Esta controversia tuvo como finalidad demostrar a los rabinos de Valencia, Aragón y Cataluña, que el Mesías ya había llegado; que era Cristo; que esto se probaba por los mismos libros de la literatura judía no bíblica, como los Mideshim y los Talmudes.
Eliseo Forcada Campos. Asociación Cultural Cardona Vives