Occasus Solis: Vida i costums en l´Edat Mija. Mon cristia i musulma.

Per Juan Francisco Giner Moya

Bienvenidos a aquellos que tenéis la sana costumbre de acudir a oír conferencias al occasus solis (puesta del sol) o a la “ora del Seny” tiempo que en nuestra tierra indicaba que el sol se había ocultado y los villanos se retiraban a sus hogares.

Un establiment u ordenanza fechada en Castellón en 1400 ordena que los posaderos tengan las puertas cerradas desde el “Toch del seny del lladre” (un toque de campana que se hacia al anochecer), o al menos puestas a “mitja cadena”. Y una rubrica del Llibre de ordinaçions lleva el expresivo título: “De portar llum aprés lo seny sonat”. Incluso existía entre la calle Colom i de Cervantes la “calle de la cadena” nombre que se daba por la cadena que se instalaba después del “Toc del seny del lladre o toc de queda” y cuya finalidad era impedir el paso por delante de la prisión. De hecho también será conocido en 1497 como “carreró de la presó”.

Volvamos a la sana costumbre que felizmente nos reúne a todos alrededor de un orador que obligado viene a glosar al Arcipreste de Hita en su “Libro de buen Amor”

Como bien dice el sabio, es cosa dura y fuerte
abandonar el hado, la costumbre y la suerte,
pues la costumbre es otra natura, ciertamente,
la cual solo se pierde cuando viene la muerte.
¡Por lo tanto atender señoras y caballeros!
Si queréis, señores, oír un buen solaz,
escuchad el romance, sosegaos en paz,
pues no diré mentira en cuanto en el yaz,
Y porque de buen seso no puede hombre reír,
algunas burlas tendré aquí que ingerir;
cuando tú las oyeres no quieras discutir
salvo en la manera de trovar y del decir.

Permitirme que esta conferencia cuyo tema principal versa sobre la vida y costumbres medievales sea impartida en nuestro idioma común, el castellano, y sirva a la vez de homenaje a los vascos como probables padres de tan preciada lengua, resultado de su peculiar forma de pronunciar y escribir en latín:

Si señores así amanecía el castellano, si bien como llegó a surgir es más difícil de establecer. Lo cierto es que las palabras mas antiguas del castellano las encontramos en las “glosas de San Millán” surgidas del monasterio de San Millán de la Cogolla en la Rioja Alta. La Rioja era tierra de frontera. De acuerdo con la división romana. La Tarraconense y Lusitania colindaban aproximadamente por la actual divisoria entre la Rioja y Burgos. En el siglo X los reyes de Navarra decidieron que aquél era su límite natural por el Oeste y se empeñaron en llevar hasta allí su frontera con León. De modo que hacia el año 980, fecha aproximada de las glosas, algunos monjes riojanos de San Millán eran sin duda de origen navarro y vascofono. A ello se debe la circunstancia extraordinaria de que junto a las primeras palabras conocidas escritas en vasco se encuentran las primeras escritas en castellano.
Apuntemos que el primer poeta castellano fue el monje Gonzalo de Berceo que vivió en San Millán.

Durante 32 generaciones que duró la Reconquista se añadieron al castellano multitud de arabismos como: bata, chaval, andrajo, chulo, alcalde, tugurio, catre, chorro, maroma, azafata, etc.

Cojamos de nuevo el hilo que inspira esta conferencia sobre la vida y costumbres de esta incipiente España medieval, fragmentada en dos bloques: los invasores islámicos por un lado y los invadidos cristianos y judíos, por otro.

AL – SALAM ALAYKUNI ó la paz sea contigo

Moros de Biar en Alicante son los que repoblaron el Raval de San Felix en 1279 (época de Pedro III). Así lo hemos leído no descartando de que se tratara de Biar en Argelia. Moriscos fueron los que se asentaron en la calle Campoamor en 1462. Mora era la calle Alloza hasta el final de la misma desde la mezquita de San Nicolás hasta el cementerio musulmán aledaño al solar de la calle Moreria, anteriormente carrer Nou. Allí se hallaba también el “carrer de la Dula” de dudosa fama por albergar a maleantes, mendigos y tullidos, de tal manera que despectivamente todavía perdura el dicho de “veste’n al carrer de la Dula”, que podríamos traducir según acepciones por:

“Enviar a mamar plats d’olla”
“Enviar a pastar fang”
“Enviar a fer la má”
“Enviar a tocar-se el nas”

También “Enviar a la Dula” significa dejar los padres a los niños sin control en la calle en horas que molestan al vecindario.

93 son los moros avecindados en Castellón hacia 1450 sin obviar el hecho de que desde 1320 ya no existían moros en el Castell Vell (Jaime II).
En fin “Moro” y no árabe o musulmán, ya que es más exacto usar esta palabra y no tiene ninguna intención peyorativa. Árabes en sentido estricto son los semitas de Arabia, de los que muy poco llegaron a España... moros son las gentes del norte de África. La voz moro es más antigua y más exacta. Los griegos llamaban ya moros (MAUROI) a los habitantes de Marruecos. En latín “MAURUS” es “oscuro de piel”. El árabe auténtico no era precisamente moreno; tenía el cabello azafranado y la piel rubicunda y pecosa. Lo que ocurre es que cuando conquistó el norte de África y Mesopotamia se mezcló con otros pueblos mas numerosos de tez oscura.

Estos son los que actualmente se hacen llamar árabes debido a que profesan la religión islámica y hablan el idioma de sus antiguos conquistadores. Añadamos una apostilla y digamos por ejemplo que los almorávides eran beréberes del Sahara y que para protegerse del polvo y de la arenas del desierto se envolvían la cabeza con un embozo de tela negro o violeta, el “LIZAM” que al desteñir con el sudor les tintaba la piel. Hoy lo siguen usando y los llaman por eso “HOMBRES AZULES”.

El poema de Fernán González los pinta al natural:

“Más feos que Satán con todo su convento
cuando sale del infierno sucio e carboniento”

Y no quisiera dejar de recordar aquí aquellos versos de Manuel Machado glosando el arabismo andaluz:

Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
- soy de la raza mora, vieja amiga del Sol -
que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Tengo el alma de nardo del árabe español.
SHALOM SHALAM SHALOM
“paz siempre paz”

Cementerio judío en el “Cami dels Carnters” hoy Plaza Clavé (Jaime II). Estamos en 1317 veinte judíos viven en la calle Caballeros o calle de la Judería el agua del “Pou de la Juheria” situado en la esquina de Caballeros con la calle Gracia abastecía a sus moradores. El acceso a la judería se hacía atravesando un portal “el portal de la judería o del Rey Davin” de dudosa localización en la calle Caballeros. De 1936 a 1939 a la calle Caballeros se le denominó calle de Dolores Ibarruri por acuerdo del Ayuntamiento el 25 de Agosto de 1936.

En el “Llibre de values de la peyta” de 1462 los judíos anotados son 22. El historiador Leopoldo Piles recoge una noticia de asaltos a la judería castellonense en 1381, de resultas de los cuales quedó destruida, no obstante la documentación local no habla de tales hechos.

En fin sigamos pues hablando de los rasgos físicos medievales y como no de los sultanes de rubios cabellos y ojos azules, pues no era extraño que los hubiera pues muchas madres eran esclavas nórdicas e incluso muchas de ellas ganaban la libertad al dar un hijo varón a su señor. Existió un activo comercio en la Edad Media; donde los corsarios se aventuraban en busca de mujeres rubias hasta la costa de Islandia pero también muchas procedían de Galicia y del Cantábrico y sobre todo eran muy apreciadas las esclavas cantoras. No obstante en el mercadeo era muy habitual dar gato por liebre. Así se ofrecían musulmanes libres como si fueran esclavas cristianas enmascaradas en el vestir e incluso en el decir ya que muchas hablaban perfectamente la lengua romance. De esta manera se las presentaba como esclavas de la “frontera superior” y una vez cerrado el trato y cobrado el dinero, la mujer conchabada con el mercader, manifestaba ante la justicia su condición de mujer libre quedando exenta de su situación de esclava y por supuesto el comprador nunca recuperaba el precio pagado por ella.

Bien nos podría hablar de todo este pasaje Abu Amira Muhammad o “el victorioso de Dios” o como se le conoce en general por Almanzor (nacido en Torox (Málaga) que de director de la Fábrica de Moneda, pasó al Ministerio del Tesoro y todo por la “amistad” que le unía a la favorita de Hixam II, llamada Subh que era Navarra. Como sabemos Almanzor gobernó como rey absoluto relegando al bobo de Hixam II al papel de comparsa. (976 – 1009).

¡Ay Almanzor te voy a decir en que falló Hixam y porque triunfaste tu como amante de Subh. Así lo pinta Lope de Vega:

Dijo una sabía mujer
que en el marido ha de haber
cuatro ces, si bien me acuerdo
casero, callado y cuerdo
y continente ha de ser
Y en el amante perfecto
que a su dama no hace agravio,
cuatro eses, que es secreto,
sólo, solícito y sabio.

Como es norma que agrada a este que les habla en el sentido de introducir elementos que rompan el ritmo conferencial para dar respiro y refrescar al auditorio y conferenciante, vaya pues aquí lo que en tierra de cristianos acontecía en el tiempo objeto de esta charla. Para ello vayamos a la “Cántica de los clérigos de Talavera” en tiempos de Don Gil de Albornoz, Arzobispo de Toledo en 1338. ¡Ay de los placeres de la carne y de las “atacandiles”!.

Allá, por Talavera, primer día de Abril
llegadas son las cartas de Arzobispo don Gil
en las cuales venía un mandato no vil
peri si plugo a uno, pesó a más de dos mil.
Las cartas que han llegado dicen de esta manera:
“Que casado ni clérigo de toda Talavera
no ha de tener manceba casada ni soltera:
cualquiera que la tenga, excomulgado era”.
Por aquestas razones que la carta decía
quedó muy abatida toda la clerecía;
algunos de los clérigos sufrieron acedía;
para tomar acuerdo juntaronse otro día
Cuando estaban juntados todos en la capilla
levantóse el deán a mostrar su mancilla;
dice: “Querría, amigos, que toda esta cuadrilla
contra el Papa apelase ante el Rey de Castilla;
pues, aunque somos clérigos, somos sus naturales,
servímosle muy bien, fuimos siempre leales;
de sobra sabe el Rey: Todos somos carnales;
se ha de compadecer de aquestos vuestros males.

ATACANDILES............... MANCEBA DE CLÉRIGO.
ACEDIA........................... DISGUSTO.
DEAN.............................. CABEZA DEL CABILDO (el más antiguo).
MANCILLA...................... DESHONRA, DESDORO.

Sigamos el hilo anterior a este lapsus:

En el gabinete de belleza de la mora señorial no faltaban los botes de cerámica o cristal con ungüentos y polvos; perfumes al limón, a violetas, a rosas, ámbar gris o almizcle (por si alguien está interesado en saber que es “el almizcle” les diré que es una sustancia olorosa, untuosa al tacto, que se saca de la bolsa que tiene en el vientre un animal rumiante parecido al cabrito que vive en la actualidad en los bosques del Tibet).

También los ojos de las andalusíes se teñían con polvo de antimonio (metaloide de color blanco azulado, brillante y de estructura laminosa) y de ellas dirán los castellanos que tienen “ojos alcoholados” (Tenían el pelo de alrededor de los ojos más oscuro que los demás).

En las comunidades islámicas, el mundo femenino se dividía en mujeres decentes y mujeres de placer. La mujer decente es jurídicamente libre y se eleva a la categoría de esposa, pero permanece enclaustrada en el harem. En la Alhambra al Patio de los Leones comenzaba parte del harem de palacio, la parte de la casa de acceso reservado al marido, a los hijos y a los eunucos, si los hubiera. Este encierro es garantía de honor de linaje, de que los hijos que la mujer conciba habrán sido engendrados por el marido y no por otro.

Añadamos que a los prostibulos de las grandes ciudades se les daba el nombre de “dar el farach”, la casa del impuesto.

Apuntemos en este punto lo que se dictaba al respecto en las Reglas del consell castellonense:

El consell se preocupaba de dictar ordenaciones relativas a “les dones que tenen amichs, males dones o dones seglars”; es decir, a la prostitución. Una rúbrica del Llibre de ordinaçions les prohibía habitar dentro de los muros de la villa, pero en 1423 el notario Bernat Sala puso de manifiesto la impropiedad de esta medida y pidió se les permitiera vivir en el núcleo urbano.

Durante la Semana Santa existía en Castellón la costumbre de aislar a estas mujeres “per ço que no fessen pecat”. El lugar de retiro era el hospital, y su alimentación durante esos días corría a cargo del municipio.

El hombre encontrado con mujer pública, era castigado con sesenta sueldos o cuarenta días en la cárcel.

Del hombre y la mujer nos habla mejor que nadie Lope de Vega, que siglos más tarde del objeto de esta conferencia, pinta en sus versos un cuadro nada edificante para el género masculino de la época en Fuente Ovejuna:

En el invierno, que el frío
tiene los campos helados,
descienden de los tejados,
diciéndole “tío, tío”,
hasta llegar a comer
las migajas de la mesa;
mas luego que el frío cesa,
y el campo ven florecer,
no bajan diciendo “tío”,
del beneficio olvidados,
mas saltando en los tejados
dicen: judío, judío”.
Pues tales los hombres son:
cuando nos han menester
somos su vida, su ser,
su alma, su corazón:
pero pasadas las ascuas,
las tías somos judías
y en vez de llamarnos tías,
anda el nombre de las Pascuas.

TÍO.............     Tratamiento que se da al hombre casado.
TÍA.............     Tratamiento que se da a la mujer casada.
JUDÍAS......     Probablemente haría referencia al muñeco de paja que se quemaba durante las Pascuas, añadiremos que el “NOMBRE de las PASCUAS” eran palabras insultantes.


Estamos en Valencia y leemos en el Llibre de les Obres en 1445:
“...Per ço com se orinaven en lo portal del fossaret, fon provehit per los senyors del capitol, qu’es netejes e fin retejar e blanquear les portes e pintar hi dos imatges de Sant Antoni perque no pisassen.”.

El Sant Antoni se hacia pintar en alusión al cerdo o porquet para concienciar al ciudadano. Así mismo al encargado de la limpieza se le apodaba “malaropa”.

Estamos en Castellón es el 21 de marzo de 1404 y leemos en el Llibre del mustaçaf:
...fon proposat per los honorables jurats que com alguns vehins de la dita vila tinguen patis de corrals dins los murs de la dita vila en los quals fam molts femers e lancen moltes sutzetats, les quals donem gran infecció e corrupció als vehins e habitans en la dita vila e estan encara que peyor és a la vista dels passants...

Estamos en el Clot del Spital en 1414, más tarde llamado Clot del Toll y mucho mas tarde Plaza de María Agustina:

El citado clot inundado de agua era utilizado para lavar tejidos y lanas pero hubo que arbitrar medidas por el consell a través del mustaçaf (especie de policía) para que no se arrojasen animales muertos en el mismo.

La lepra, el tracoma, el ántrax, la sarna, la tisis, la peste bubónica, la gripe, “la manía bailadora” (Llamada también “baile de San Vito” rememorando las gracias obtenidas en Estrasburgo en 1418 por haber salvado a la población de esta epidemia), etc. eran entre muchas más, las enfermedades contagiosas que asolaban a la población.

Los médicos valencianos preparados en la universidad de Montpelier siguiendo tratados árabes de la época poco o nada podían hacer ante la virulencia de las epidemias.

En la aljama musulmana de Castellón encontramos como médico al “quixaler” (dentista). Leído en el Llibre de Peyta.

En el Llibre del Consell leemos el acuerdo de 29 de abril de 1409.

... que’l dit maestre Berenguer Borraç sie afermat per los honrats jurats per metge a dos anys primer vinents e continuament complets per salari de quatrecents sons cascun any, ço es, doents sons per cascuna terça de cascun any...

Resumiendo cobraba el médico 400 sueldos anuales pero hay que tener en cuenta que variaba la cantidad según practicase solo medicina o también cirugía.

Siguiendo en esta línea médico – farmacéutica diremos que no faltaron recetas para despertar el apetito sexual, así leemos en un tratado de la época “El que se sienta débil para hacer el amor que se beba, antes de encamarse, un vaso de miel espesa y que se coma veinte almendras y cien piñones, observando esta dieta tres días”. También leemos en el tratado de Ibn Abdum el remedio para evitar embarazos consistente en que la mujer lleve pendiente del cuello en una bolsita, ciclamen (fruto que usa como purgante), un colmillo de víbora y el corazón de una liebre.

En fin sigamos, pues bien dice García Lorca:

El día se va despacio
con la tarde sobre un hombro
dando una larga de flores
sobre el mar y los arroyos.

Citados con anterioridad “los eunucos” vamos a detenernos un tanto para glosar unas líneas sobre ellos:

Generalmente eran prisioneros de guerra cristianos. La delicada operación de castrar se realizaba en ciudades como Pechina y Lucena por cirujanos judíos. Al Muqaddasi nos describe con minuciosidad la operación, NO OBSTANTE por lo escabroso del tema, este conferenciante solo apunta dos detalles; el primero viene referido a que la intervención se realizaba sobre un madero y en cuanto a la segunda diremos que para cicatrizar la herida se les ponía durante unos días un tubo de plomo por el que evacuaban la orina.

Existían dos clases de eunucos: los castrados antes de la pubertad, que no podían disimular su aspecto femenino y los castrados después de la pubertad, que conservan cierta apariencia viril. Algunos eunucos emancipados y ricos se empeñaban en guardar las apariencias y su virilidad y mantenían un harem.

... Y nos dice el cantar del Mío Cid glosando a Rodrigo Díaz de Vivar.
... Con grande llanto en los ojos, y muy fuerte lamentando,

la cabeza atrás volvía y quedabase mirando.
Y vio las puertas abiertas, y cerrojos quebrantados,
y vacías las alcándaras sin las pieles ni los mantos,
sin sus pájaros halcones, sin los azores mudados.

ALCÁNDARA... Percha o varal donde se ponían las aves de cetrería.

Pie nos ha dado esta glosa para entrar en casa de moros y cristianos. En cuanto a los primeros diremos que las casas humildes eran de una sola planta. Las de cierto fuste añaden un piso superior (al-gurfa, “algorfa”) que en ocasiones albergan además de las habitaciones el harem. No existe la cocina. A menudo se cocina en un hornillo portátil de cerámica o chapa, que se instala en el patio o en el corralillo. Un banco corrido sirve para sentarse o dormir por la noche. Algunas casas musulmanas disponen de retrete (“baytal-ma, “cuarto de agua”, o baytal-raha, “cuarto de descanso”) a veces instalado en el hueco de la escalera, otras veces junto al zaguán.

Apuntemos que el musulmán se lava el trasero con la mano izquierda y reserva la derecha para comer. Cuando la justicia le corta la mano derecha a un delincuente, a la manquedad se le añade la vergüenza de verse obligado a realizar las dos funciones con la mano restante.

En algunos “cuartos de agua” han aparecido como bañeras antiguos sarcófagos romanos que fueron reutilizados como tales y a los que previamente habían descabezado a las figuras humanas si las tenia.

“Entrem en una casa castellonera de la Edat mitjana”

La casa labriega, de sencilla factura, alberga a la modesta sociedad medieval valenciana. Construidas de piedra de talla unas veces; otras de simple argamasa, tal vez de barro y paja o cuando mas de adobe que trabajan manos mudejares. Así leemos en el Llibre de Consell del Archivo Municipal de Castellón:

“...En lo qual consell fon proposat per en Bernat Frexanet, hostaller, que com hagués acollits los moros rajolers en casa sua e en Bernat Moliner, obrer de la ecclesia de Madonna Sancta Maria li hagues promes de pagar-li tot ço que per aquells li fos degut e aquells dits rajolers se fossen anats...”

En primer lugar encontramos el vestíbulo que era la parte más espaciosa con el carro de labranza, en algunas viviendas hallamos la “sitja” que era un depósito de 3 m. de profundidad donde se guardan las cosechas; a continuación el comedor con el menaje de cocina en las alacenas y la chimenea, en algunas casas la cocina está en el hueco de la escalera que también se llama “rebost” en el se guardan menajes de cocina, tinajas, harina, ajos y una vasija de aceite “coçi” y tal vez algún jamón curado. Al final damos con la corraliza del animal de trabajo y en un rincón el cerdo que se sacrificará el día de San Antón.

Recuerdo perfectamente la exacta distribución que he citado por haberle corroborado “in situ” en multitud de hogares de labradores de nuestro Maestrazgo. Añadiré que el primer piso estaba en la vertical de los bajos. Tan sólo en algunos pueblos de la sierra como en San Mateo sobresalía aquél dando lugar a unos soportables o “portxes”. En este piso estaban las habitaciones.

El suelo solía ser de tierra apisonada o losas de barro cocido. Las ventanas no tenían cristales. En algunas casas las ventanas se guarnecían con trozos de tela untada en aceite.

En un santi – amén, y en un paternóster o credo, rezos que marcaban también la jornada en la Edad Media junto al Ángelus y Ave María, se nos ha ido la conferencia; el reloj de arena de una hora de duración y por el que se guía el campanero para dar los toques horarios desde Madona Santa Maria debe de estar estropeado o trucado porque no lo he oído y es que en este año de 1418 leyendo el Llibre del Consell nos quedaran claras las dudas:

“Lo dit honorable consell acorda que sie comprada per lo sindich de la dita vila una ampolleta de una hora, com aquell qui sona les hores digue que una qui ha es falsa”.

¡Detengamos! por un instante el tiempo que no suene la campana, que nadie marque el momento, solo quiero oír un canto a nuestro Castellón, a la tierra, a nuestra tierra.

Al amanecer, cuando huye la sombra
cuando barre la brisa la colina
cuando la lluvia extiende su suave cortina,
tu dulce rostro, amada, se alumbra.
Tus rocas, tu bosque, tu verde monte,
hermosa eres como dulce sonrisa.
Quiero vivir en ti, mi amada, sin prisa
y que tus mares sean mi horizonte.
Cuando vuelva la luz crepuscular,
espero que me estreches con tu brazo,
con dulzura, esperare tu abrazo,
hasta que termine amor de soñar.
Esperaré sentir el paso de los vientos,
la lluvia, el vuelo de las aves, el silencio
y en mi pequeñez de hombre, sentencio,
que te amo tierra, sin temor y sin lamentos.
Francisco Bellido Sanfeliu

En fín apreciable concurrencia:

El romance os fue leído
¡Dadnos, pues, vasos de vino!
Si es que no tenéis dineros,
llevad prendas al empeño,
y lo que os den ¡a beberlo!
Cantar del mío Cid (Anónimo)

¡Muchas Gracias!

Conferencia oferida per D. Joan Giner a nostra associacio, el dijous 23 d´octubre de 2008, en el Cassino Antic de Castello.

cites

Los dialectos de la lengua lemosina son la catalana, valenciana y mallorquina. La catalana ha recibido muchos vocablos de la francesa; la valenciana, de la castellana; la mallorquina se llega más a la catalana por ser hija de ella. De todas las tres, la más suave y agraciada es la valenciana y no me lo hace decir la pasión
Gregori Mayans i Ciscar

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