Estúpido o sinvergüenza

Per Cesáreo Jarabo

El hecho de que los Obispos cumplan con su obligación produce en los políticos auténtica ictericia. Contrariamente, a los católicos nos produce cierto alivio.

Ante el «Anteproyecto de Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo», el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ha criticado a la Iglesia por "intentar imponer lo que piensa" en relación con la reforma de la Ley del Aborto y pidió que "no tengan dos varas para medir a unos cuando gobiernan y a otros cuando están en la oposición" --en referencia al PP-- ya que cuando los ´populares´ estuvieron en el Gobierno se mantuvo la actual ley durante ocho años "sin una sola protesta de la Iglesia".

Curiosamente, el mentado Anteproyecto ha causado en el señor Bono el mismo comentario que ocasionó en mí mismo. Sólo que las conclusiones son evidentemente diversas.

El señor Bono, tras esa verdad, miente. No puede ser de otro modo, pues la mentira va implícita a su cargo. Y es que el señor Bono, no protesta porque el silencio de los Obispos se haya producido anteriormente, sino porque, de manera comedida, se ha roto ahora.

Pero no sólo miente en ese sentido el señor Bono, sino que, de manera más mayúscula miente cuando asegura que quiere "pertenecer a la Iglesia y vivir su fe", pero "en paz con mis convicciones y mis sentimientos", y redobla la mentira al afirmar que se puede ser a la vez católico y socialista.

Y digo que miente, y no que se engaña, porque aunque el señor Bono pertenezca a un ganado compuesto principalmente de gente sin inteligencia, creo honestamente que él no es estúpido, sino socialista, y como tal, usa la mentira de la forma y manera que papá Lenin tiene señalado. Es además, según dicen sin que yo pueda afirmarlo, que el señor Bono es masón. Doble razón para afirmar que no es católico. Y aunque no fuese una cosa ni otra, no puede ser católico al defender ninguna forma de aborto.

Es conveniente señalar para público conocimiento, no para conocimiento del señor Bono, que lo sabe de sobras, que no es cierto que pertenezca al propio y exclusivo patrimonio de cada uno declararse perteneciente a dos concepciones de la vida que son antagónicas. No es cierto que se pueda ser militante socialista y militante cristiano a la vez. Como no es cierto que se pueda ser liberal y cristiano. Son concepciones antagónicas cuya mezcla sólo va en detrimento del cristianismo.

Por ejemplo, yo soy católico, y como tal, no soy democrático; sencillamente porque si lo fuese sería estúpido o sinvergüenza.

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