Per Cesáreo Jarabo
Últimamente parece que las actuaciones de diversos organismos de la sociedad hacen agua, no funcionan como debieran. La pregunta que nos podemos hacer de inmediato es si acaso ese mal funcionamiento es una situación extraordinaria, inconexa, que no viene sino a confirmar la bondad del sistema.
No cabe duda que justo es la impresión que los incondicionales del sistema quieren transmitir, pero...
Un niño que estaba siendo atendido en una incubadora por un sistema especializado, ha fallecido por un lamentable error de su cuidadora.
Dos niñas de 12 y 13 años han sido reiterada y salvajemente violadas por sendas pandillas de... chiquillos sin responsabilidad penal.
El ministro de Asuntos Exteriores gira visita oficial... a Gibraltar.
Tres situaciones que no son sino tres puntas del iceberg lamentable, letal, que padece España desde hace décadas. Tres situaciones que no podemos sino calificar como normales dentro de la triste realidad social y política en que los enemigos de España han sumido a nuestra atribulada Patria. Hay más, muchas más, que abarcan absolutamente todos los ámbitos, privados, sociales, económicos, de salud, de seguridad ciudadana, morales.... Absolutamente todos los ámbitos están corrompidos por un sistema inicuo que nos es presentado como idílico, como el mayor de los bienes poseídos, regalado por los políticos y sindicalistas que, casualmente, disfrutan de prebendas equiparables al derecho de pernada.
Tres situaciones que son tratadas por esos mismos políticos como asuntos que no van con ellos; así, piden que se depure responsabilidades a una profesional que, sencillamente, no está suficientemente capacitada por un sistema educativo que hace aguas por todas partes, y por un sistema de prebendas que sitúa a los incompetentes en empleos de responsabilidad muy superior a sus propias capacidades; piden, en el caso de las violaciones, una modificación del Código Penal que castigue ejemplarmente a los menores culpables de éstos hechos; y finalmente, se callan ante un hecho de flagrante traición a la Patria como el efectuado por el Ejecutivo.
Evidentemente, la cuestión tiene otras soluciones, ninguna de las cuales puede ser del agrado de los parásitos incompetentes y perversos. El culpable principal de todas esas situaciones, no es otro que el propio sistema, y la situación no debiera resolverse sino haciendo rodar cabezas; no la cabeza de la pobre chica cuya incapacidad profesional provocó la muerte del neonato, sino de la Ministra de Sanidad y su cadena directa hasta la propia enfermera; no la cabeza de los violadores que han cometido las felonías que han alarmado a todo el cuerpo social, sino la cabeza del sistema educativo perverso que ha provocado tal realidad, y lógicamente, de sus responsables; y finalmente, no sólo la cabeza del señor Moratinos, sino del sistema completo, monarquía incluida, que nuevamente ha puesto a España al pie de los caballos.
Aquí, lo que hace falta es que el pueblo español pierda el miedo de una vez y haga poner pies en polvorosa a todos estos parásitos que descaradamente están destrozando la casa común. A todos los parásitos, incluidos los que el propio sistema tiene en la reserva, y que hasta se permiten el lujo de protestar, flojito eso sí, no sea que les estallen más casos Gúrtel.