Per P. Ferré i Martínez
De acuerdo con los últimos datos del informe 2004 ‘Nous horitzons per a l’ensenyament en valencià’…, sabemos que, pese a la aplicación de los programas de enseñanza ‘en valenciano’ (=léase en dialecto barceloní) en el 50% de centros educativos de la Comunidad Valenciana, tan sólo el 20% del alumnado valenciano se inscribe en las ‘líneas en valenciano’… Y eso teniendo en cuenta la brutal inversión financiera en sueldecitos de profesorado, material de adoctrinamiento, ‘cursets de reciclatge’, etc., etc…, exprimidos y ordeñados del castigado bolsillo de los contribuyentes valencianos. Vaya cadáver que se nos ha caído encima a los valencianos, vaya penitencia.
Y es que, mientras los titiriteros-filólecs y demás tropa-vividora-de-la-mordida-lingüística se afanan en discutir una timo-denominación de ‘valencià-català’ para lo que siempre fue nuestra histórica Lengua Valenciana, mientras los titiriteros-filólecs debaten sobre este fiasco, el poble genuïnament valencià, la joventut genuïnament valenciana no tienen un pelo de tontos y se ciscan en ese gran fiasco que supone para nuestros escolares, el inútil aprendizaje del bastardo dialecto barceloní (alias catalán), en manos de izquierdistas comisarios catalanencos. Porque eso es lo que sucede: desde que el cacicato ‘okupa’ del socialismo lermista nos funcionarizó las escuelas valencianas – per in saecula saeculorum – con servidumbre pompeufabrina de ‘pagesos de remensa’, desde entonces, el proceso de colonización catalanizante de nuestros escolares ha ido creciendo a pasos agigantados. Con escasos resultados, desde luego, pero creciendo.
Seguiremos recordando una y mil veces, para eterna memoria de los valencianos, aquellas inestimables palabras del humanista y gran ‘gurú’ de les lletres catalanes, Padre Batllori, en la Universidad de Gerona (LP, 2.11.1992): “El catalán de Barcelona que se intenta imponer en Valencia es un dialecto infame e infecto. Lo que se está intentando imponer en Valencia y Baleares, como lengua literaria, es el dialecto infame de Barcelona”…, “nunca se aceptará que un dialecto tan infecto como el de Barcelona se pueda imponer como lengua nacional”…
El sabio jesuita Padre Batllori no es un mindundi como muchos ‘filolecs’ de nuestra Universitat. El Padre Batllori es historiador catalán de alta alcurnia, doctor honoris causa por once universidades catalanas y también por las valencianas. Premio Príncipe de Asturias 1995 y Académico de la Real Academia de la Historia.
Y lo que dice Batllori, además de ser verdad, pone en evidencia la vergonzante desfachatez de toda esa pléyade izquierdista de profesorcetes de ‘valencià’, en cuyas clases además de proselitismo embustero, plagado de datos falsos y manipulados sobre nuestra historia y sobre nuestra lengua valenciana, se adoctrina a nuestros niños para convertirlos en catalanes de tercera. O de cuarta. Y así, mientras en el Valle de Arán el Consell Municipal Aranés ya ha levantado una revuelta popular contra el ‘infecto dialecto barceloní’, que allí también les quieren imponer en detrimento de su lengua aranesa, mientras allí ese pueblo con autoestima se rebela, aquí en el Regne de Valencia los mansurrones valencianets nos lo tragamos todo con tragaderas pantagruélicas…
Y no sólo es Batllori el que denuncia al infecto dialecto barceloní. Fue el mismo ingeniero Pompeu i Fabra (padre del catalaní moderno) quien afirmó que el catalán fue siempre una variante de la Lengua Occitana, un dialecto del Provenzal. En un artículo publicado por Pompeu i Fabra en la revista ‘Oc’ (1936) y reproducido por la revista ‘El eco de Sitges’ (noviembre 1968) el ingeniero Pompeu i Fabra decía: “Yo tengo la esperanza de que podréis conseguir eso si establecéis, si conseguís una ortografía adecuada, si hacéis una buena selección de formas y construcciones, y si los diferentes dialectos, sabiamente depurados, se hacen préstamos recíprocos… habréis conseguido mucho más aun: el catalán se convertirá ahora en una variante más de la gran lengua Occitana reencontrada”… A muchos fanáticos esto les sentará a cuerno quemado.
Aunque en realidad Pompeu i Fabra, al decir eso, se copiaba del filólogo alemán Meyer-Lübke que en su ‘Grammaire des Langues Romanes’ (Paris. E. Welter, 1980) ya decía: “el catalán no es más que un dialecto del provenzal transportado a España en el siglo VIII”. Y Roger Barthe, escritor, poeta, novelista y lexicólogo de la Lengua Occitana en su ‘Introducción al Léxico Francés-Occitano’ (9ª edición, Paris, 1973) afirma que el catalán es una parte integral de la koiné de la Lengua Occitana, y que en el léxico occitano-francés se halla, en gran medida, el fundamento, el asentamiento, la base supradialectal común a toda Occitania. Y eso explica que el catalán pertenece a la familia de las hablas de ‘Oc’.
Esa afinidad léxica del dialecto barceloní con el francés junto a la nula formación lingüística del ingeniero Pompeu i Fabra hizo que este último, al seleccionar al dialecto barceloní como base lingüística del neo-catalán del siglo XX, lo inundara de galicismos (alesmores, petit, sortida, doncs, pas,…). Don Miguel de Unamuno, catedrático de Lingüística de la Universidad de Salamanca se burlaba de Pompeu i Fabra diciendo que “era un mediocre aficionado que saturó de galicismos el catalán de la época”.
El pasado 24 de abril bajaban hasta el Reino de Valencia desde el condadito catalán esa colla de energúmenos colonizadores de nuestra lengua y de nuestra historia, convocados por el comisario del Casino Financiero Catalán, y paladines todos en degradar a los valencianos a catalanes de tercera. Envían a sus huestes pardas pertrechadas de su dialecto barceloní y de su ‘cuatribarrada’ (otro latrocinio) robada a Aragón: una enseña que es otro invento de importación pujolista en pleno siglo XX. La de los condes catalanes fue siempre la bandera ‘vermella’ de santa Eulalia… Otro fiasco histórico: su historia, NO es historia. Es histeria.
Pero aquí en el Regne también tenemos una buena colección de ‘tontos útiles’ que se suman de comparsa ‘pagesa’ a la ‘manifa catalanenca’ del comisario-jefe del Casino Financiero Catalán. Tan tontos y tan útiles como pingües son los beneficios de los amos ante los que se doblegan. Y a quienes sirven con su dialecto y con su fiasco.
P. Ferré i Martínez
• Articul publicat en el periodic “Diario de Valencia”, el dimarts, 4 de maig de 2004.