Pedra en sec

Per Joaquín Serrano Yuste

Tenemos un interior que es un diamante en bruto. Cuanto más lo conoces mejor es, si bien faltan hoteles de muchas estrellas con encanto o restaurantes Michelín y, sí por qué no, algún campito de golf, todo lo cual atraería turismo con capacidad adquisitiva y quizás lograría darle la repercusión que se merece. Y sería fácil porque solo hay que potenciar lo que ya tiene, no hacer cuantiosas inversiones ni inventarse focos de atención artificiales, solo con su naturaleza, su gastronomía, sus costumbres y su gente. Especial significación tienen dos cosas: los olivos milenarios y la piedra en seco, cuya candidatura a Patrimonio de la Humanidad está pronta.

No valoramos la importancia que estas construcciones tienen, casetas, pozos, paredes, muros, balsas, azagadores, bancales, etc., suponen cientos de kilómetros de piedras bien situadas. Es una obra del pueblo, ninguna tiene nombre de autor o fecha, realizada a lo largo de los siglos. Se trataba de conseguir terrenos cultivables extrayendo las piedras que luego se utilizan para necesidades inmediatas, la labor es ingente, comparable a cualquier gran obra de la antigüedad. En Vilafranca existe el Museu de la Pedra en Sec, situado en el edificio gótico de la Lonja, es un buen punto para iniciarse en su conocimiento. En él puedes conocer las técnicas y modelos constructivos, las herramientas, tipos de casetas, maquetas, etc. y ver el vídeo Toda piedra hace pared (adecuadísimo título). Si bien lo bueno está fuera, en los tres itinerarios que marca: Pla de Mosorro, les Virtuts y la Parreta y en cualquier sitio donde miras en esta zona repleta de esta obra de arte, la Capilla Sixtina de lo que podríamos llamar arquitectura ecológica, y la tenemos aquí ya.

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