Per Cesáreo Jarabo
Parece tema baladí; parece que este comentario venga del escribir por escribir, pero lamentablemente viene de percibir la esclavitud, también cultural, que padece el pueblo español.
Mis recuerdos de la infancia quieren traer a mi mente un cartel que tenía una tía de mi madre donde estaba representado un perro delante de un gramófono y que tenía una leyenda: “EMI ODEÓN, LA VOZ DE SU AMO”.
Y los recuerdos son producidos porque, como sea que he realizado un viaje relativamente largo en coche, para matar el tiempo, me he visto obligado a errar de emisora en emisora, debiendo eludir de forma alternativa retransmisiones deportivas y machaconas canciones en inglés. Y es que, sencillamente, no aguanto unas ni otras.
Tuve la fortuna de encontrar una emisora que anunciaba un programa de canciones “de guateque” de los años sesenta, y ahí me quedé. Pero, como no podía ser de otro modo, la mentira, propia de los medios “de comunicación”, también fue la nota significativa de este programa.
Aunque en los años sesenta yo era un niño, tengo perfecto recuerdo de las canciones que se escuchaban... que razonablemente me indica que eran coincidentes con las que se reproducían en los guateques. Bien, escuché exactamente veinte piezas, de las cuales diez fueron en inglés, seis en español, tres en italiano y una en francés. Evidentemente el programa mintió miserablemente.
Tengo especial oído para recordar canciones, y de las diez canciones en inglés, tan sólo recordaba una... y la recordaba cantada en español, mientras que en el citado programa la retransmitieron en inglés. El resto de las canciones las recordé todas, incluidas las que eran en italiano y la que era en francés. Un 50% del programa, así, era mentira.
Lo cierto es que, en los años sesenta, entre las canciones que se escuchaban en España, era escasísimo el número de las que se escuchaban en inglés. Difícil me resulta hablar de porcentajes, pero me atrevo a decir que no pasaba del uno por ciento, si es que acaso no era menor.
Siendo así, ¿a qué viene que un programa identificado con los guateques de los años sesenta emita un cincuenta por ciento de las canciones en inglés? No a otra cosa que a la mentira... y lógicamente al ataque de lo estrictamente español.
Y es que los medios de comunicación, a lo que parece, debían ser conocidos por la leyenda del cartel de la tía de mi madre.
Otro comentario, lógicamente, merece la programación musical del resto de emisoras, algo en lo que prefiero no entrar...