Per José Manuel Miralles
Vaya por delante mi admiración por quienes en épocas difíciles son capaces instrumentar nuevas herramientas generadoras de riqueza, en el caso que nos ocupa, lobbys o grupos de presión, con la sanísima intención de tirar pa casa, y en ese sentido no debo dejar de felicitar al elenco de empresarios encabezados por los señores Serratosa y Broseta, que tras haber logrado un acuerdo (o bendición) con la Generalitat, y el apoyo económico de sus asociados (según lo publicado por Levante-EMV, 6.000 pavos por barba), con excepción de los hermanos de Alicante y Castellón, que al parecer no participan.
Fundación Conexus Madrid-Comunitat Valenciana, lobby empresarial impulsado por la Generalitat Valenciana, que en palabras de su recien nombrado presidente, «no nace para defender intereses particulares, sino para contribuir a defender los intereses valencianos», es decir que no seamos mal pensats, que no se trata de defender la boljaca individual, sino la colectiva.
Se agradece que a la primera se aclare este punto. Pero si lo que se pretende es relacionarse en Madrid con E. Aguirre, o con Ruiz Gallardón, y esto se hace a través de un lobby empresarial, puede llevar al error o a pensar en distintas empresas trabajando para el PP de Madrid y Valencia, y eso a todos nos suena de algo y no bien precisamente en estos momentos. Si de lo que se trata es de que este lobby con nombre galáctico defienda en Madrid los intereses de la Comunitat Valenciana en toda España, se tendrán que generar sucursales: Conexus-Cataluña, Conexus-País Vasco, Conexus-Canarias, etcétera. Con lo que estamos ante la explosión de la conectividad intercomunidades autónomas.
Amigos de Conexus y del PP, bien cierto es que necesitamos ese lobby de presión que tire pa casa de tots, y eso se logra con votos propios, los que representan a un solo pueblo y defienden una identidad propia y diferenciada. Para nada se trata de separatismo, solo de defendernos y presionar como se hace desde otras comunidades. Nunca perderemos nuestra cultura ni nuestra identidad, sería como perder el orgullo de ser valenciano, de Alicante, Castellón o Valencia, algo que nunca pasará, pero lo que sí que vamos a perder es la oportunidad de tener nuestra propia formación política en los órganos de gobierno del Estado. Ahí es donde se presiona y donde se gana el bienestar futuro para los valencianos. Como son ustedes empresarios de éxito generacional, supongo que no necesitarán que les desee suerte, ya se la buscan solitos, pero siempre se agradece que se reflexione sobre lo que necesita la Comunitat Valenciana, y una de las cosas más importantes es la unió de las tres provincias.