Per Cesáreo Jarabo
Se ha organizado un importante revuelo porque un periodista, Eduardo García Serrano, en el programa “El Gato al Agua” del pasado jueves tuvo la desfachatez de calificar correctamente a un personaje impresentable, llamándole guarra y puerca, cuando evidentemente, la interfecta no es otra cosa que eso: guarra, puerca. También es otras cosas, más inaceptables.
Se ha organizado un importante revuelo, sí. Yo me pregunto si acaso el resto de la piara se encuentra molesto porque no se han hecho extensivos esos adjetivos a todos ellos, cuando, evidentemente, les corresponden de pleno derecho.
Y lo peor no es que todos ellos sean unos puercos, sino que han convertido España en una pocilga infame, insufrible, inhabitable.
No voy a dar el nombre de la guarra por varios motivos; el primero y principal: No quiero ser acosado del mismo modo que es acosado Eduardo García Serrano, gran hombre y gran periodista que no merece estar rodeado de tanta mierda. Como el mismo pueblo español no merece estar rodeado de la misma sustancia.
Si, el calificativo le viene pintiparado a la interfecta... No menos pintiparado que a la cohorte de colegas que tiene enguarrada y oprimida a esta pobre España.
La única esperanza es que a cada cerdo le llega su San Martín.