Per Cesáreo Jarabo
Nos dice el amigo Pepiño que somos unos privilegiados, y que por lo mismo es necesario que ellos, nuestros protectores, los políticos, nos señalen el camino, y este no puede ser otro, hoy por hoy, que subirnos los impuestos; que en esta Europa en la que nos han metido con calzador y por sus intereses, somos los que menos impuestos pagamos, y eso, como es normal, es, digámoslo en una sola palabra: mentira.
Pero bueno, la mentira es el caldo de cultivo de nuestro sistema (que nos hemos dado a nosotros mismos), y consiguientemente, todo lo que sea verdad es antidemocrático. Y en la mentira debemos seguir si queremos gozar de las mieles democráticas.
Pero es que la mentira siempre va contra la verdad, y la verdad es que, para alcanzar los niveles europeos en todos los campos, hemos tirado por la borda una legislación laboral de marcado carácter social, y en su lugar nos han dado más indefensión laboral, mayor dependencia interior y exterior... Y no sólo eso; hemos pasado de pagar un 3% de ITE, con el que “la innombrable” construía obras públicas, gracias a las cuales hoy bebemos agua, a pagar impuestos por los aspectos más inverosímiles, la suma de los cuales supera, por lo general, el 50% de los ingresos que percibimos... gracias a los cuales hoy gozamos del mayor colectivo de bien-pagaos que jamás haya conocido la historia de España... Y no sé, ni quiero saber, aunque me temo lo peor, si acaso es el mejor-pagao a lo largo de la geografía y la historia mundial.
Y es que a estos parásitos se les van agotando los recursos, siempre ajenos, de los que han ido haciendo uso y abuso. ¿Qué les queda ya?... Poco. Les queda AENA; les queda el Museo del Prado... Y les queda exprimir el limón en versión subida de impuestos.
AENA ya está sentenciada y en breve, posiblemente antes de fin de año, pase a manos extranjeras... y el producto a sus intestinos... Les queda el Museo del Prado, sí, pero antes quieren ver si el limón de los impuestos les permite aguantar un poco más. Por eso, y conforme ha anunciado ya Blanco, nos aguarda el “marrón” de la subida.
Yo me pregunto si, para cortar la crisis no sería mejor cortar los sueldos de los chupópteros, y convertir la prebenda pública en lo que antaño fue y nunca debió dejar de ser: cargo público. Cargo público, sin sueldo, sin prebendas de ningún tipo, es lo que tiene un servidor público. Pero, evidentemente, en España no hay servidores públicos, sino vividores públicos, políticos, sindicalistas, asesores... sinvergüenzas.
Y el pueblo español, a sestear, que es como menos se gasta.