Per Victor Saiz Castelló
Desde el año 1.983, con la entrada del PSPV en las Cortes Valencianas con el 51,41 de los votos en la Comunidad Valenciana, vivimos un catalanismo infecto, impertinente e imperialista. Anteriormente, con la entrada de UCD, la situación parecía al menos decente para el pueblo valenciano respecto al tema identitario pero con la entrada de Joan Lerma, empezó el acoso que hoy seguimos padeciendo.
Desde 1.983 hasta 1.995 el PSPV implantó en tierras valencianas un catalanismo político-cultural subvencionado tanto por el gobierno de la Comunidad Valenciana como por el gobierno de Cataluña, que aprovechó la puerta abierta por sus vecinos del sur.
El PSPV hasta se atrevió a poner la "cuatribarrada" en el Ayuntamiento de la ciudad de Valencia, pero en aquella época el pueblo valenciano tenía sangre en las venas (hoy, tiene horchata) y se tiró a la calle. Conseguimos la denominación actual de Comunidad Valenciana, Lengua Valenciana y nuestra querida "Real Senyera Coronà" frente a la infame tesis catalanista de la izquierda valenciana. Fueron doce años de guerra ideológica sin cuartel que los valencianistas de corazón consiguieron ganar a base de mucho esfuerzo.
Llegó el año 1.995 y el PPCV de la mano de Eduardo Zaplana rozó la mayoría absoluta que acabó teniendo gracias al pacto con Unio Valenciana, una UV que se acabó vendiendo al PP por puestos políticos e hizo negocio con el voto de todos los valencianistas.
Todos los valencianos pensaban que con la llegada del PP el catalanismo iría muriendo lentamente en toda la Comunidad Valenciana, pero no fue así. En Septiembre de 1.998 el PP y el PSPV, con el voto a favor de los ex valencianistas de Unio Valenciana, crearon la Academia Valenciana de la Lengua.
Y así las cosas, la nueva academia del PP aboga por la unidad lingüística entre el valenciano y el catalán. Es más, define al idioma valenciano como una lengua totalmente dependiente del catalán, olvidándose así de siglos de historia de la lengua valenciana.
La nueva academia "popular" cuenta con una amplia mayoría de académicos catalanistas, a lo que hay que añadir el deshonroso mérito de ser la única academia lingüística europea que paga un sueldo a sus académicos. El PP regaló el nuevo ente académico al catalanismo ya que, exactamente, solo cuatro de los miembros llegaron desde las filas de alguna entidad valencianista para hacer "el paripé" buscando una jubilación muy bien remunerada (6.000 euros al mes, un millón de pesetas).
Ante la creación de la catalanista AVL (nacida del pacto entre Pujol y Aznar en las elecciones generales del año 1.996) el catalanismo continuó teniendo las puertas de la Comunidad Valenciana totalmente abiertas y el PP siguió subvencionando a entidades catalanistas como la Accio Cultural del País Valencià de Eliseu Climent y facilitando que las manifestaciones catalanistas ensuciaran las calles valencianas con gravísimas ofensas y mensajes ilegales. Incluso a día de hoy, y tras 15 años de gobierno popular, se sigue viendo ilegalmente TV3 catalana en la Comunidad Valenciana. En definitiva, el valencianismo del PP se reduce a un mero motivo electoral.
Fue en 2004, cuando las raíces del valencianismo político volvieron a renacer de la mano de Juan García Sentandreu, un gran valencianista que lleva más de treinta años en la lucha y que decidió entrar en el mundo de la política fundando Coalición Valenciana, con una clara visión foralista-regionalita y valencianista, y siempre desde una posición constitucionalista.
La absorción de UV por parte del PP ya se había consumado y el carril valencianista estaba libre y abandonado. Coalición Valenciana lo ocupó y hoy en día lo sigue ocupando. La lucha desde este colectivo político contra el catalanismo emergente en la Comunidad Valenciana es constante, diaria y promovida por un sentimiento valencianista y de respeto hacia España. No tenemos complejos en admitirlo. No se puede seguir consintiendo el imperialismo galopante que sufrimos en las tierras valencianas por una esquizofrenia colectiva que los políticos y sus mentiras históricas han implantado en Cataluña.
No podemos permitir que el PSOE siga subvencionando y dando alas al imperialismo catalán, como tampoco podemos permitir que el pueblo valenciano viva de espaldas a la realidad ante el engaño continuo de un Partido Popular que en la Comunidad Valenciana dice si a la política de trasvases pero en Castilla la Mancha y en Aragón lo prohíben. Un PP que volverá a pactar con CíU o el PNV si es necesario y volverá a vender al pueblo valenciano como hicieron Aznar y Zaplana con la creación de la nueva academia catalanista que ha oficializado el catalán en la Comunidad Valenciana asumiendo la normativa establecida por el Instituto de Estudios Catalanes y su filial, el Instituto Interuniversitario de Filología Valenciana.
Los valencianos llevamos veintisiete años aguantando y recibiendo golpes desde nuestras propias instituciones a nuestras señas de identidad y, lo que es aún peor, engañados totalmente por el bipartidismo PSPV – PP que sufrimos en nuestra región. Ya va siendo hora de que los valencianos nos demos cuenta que en la actual España, si no queremos que nos tomen el pelo una y otra vez, tenemos que conseguir que un partido netamente valencianista nos defienda en nuestras Cortes y en Madrid.
Sólo de esa forma podremos recuperar la grandeza de nuestra tierra, de nuestra historia y de nuestra identidad. Ese partido no es otro que Coalición Valenciana, como viene demostrando desde hace más de seis años como organización y más de treinta los líderes que están al frente de ella, muchos de los cuales, en los ochenta protagonizaron y ganaron al catalanismo la "Batalla de Valencia", el primer asalto contra el nacionalismo catalanista en el que se ponía en jaque la identidad valenciana y la legalidad constitucional española.
* Victor Saiz Castelló, Presidente de Juventudes de Coalición Valenciana y miembro del Consell Foral