Per Cesáreo Jarabo
Nuestros hermanos portugueses acaban de dar un varapalo a la democracia. Nuestros hermanos portugueses han optado mayoritariamente por dar el culo (con perdón) a la tiranía, y mayoritariamente se han abstenido en la juerga que periódicamente organiza el sistema.
Pero al sistema le da exactamente igual. A partir de este hecho, lo que toca es olvidarlo y manifestar que Cavaco Silva ha obtenido la mayoría del sufragio… ¿Y qué?, si la mayoría de los portugueses han pasado olímpicamente de la farsa. La casta política parasitaria tiene su propia lectura, que con la colaboración absoluta de los medios de manipulación social presenta el resultado como una gran victoria… Pero victoria ¿de quién?... ¿Victoria cómo?... Victoria fraudulenta de la casta parasitaria sobre el pueblo.
También dirán, en el mejor de los casos, que eso ha pasado en Portugal, pero ¿y en España? En España la abstención viene siendo la primera fuerza política sin que ese hecho tenga reflejo alguno, y mientras, en las mesas electorales los procuradores de los partidos se reparten los votos nulos, en blanco o emitidos a favor de formaciones que no cuentan con interventores en las mismas, en una maniobra que no es sino el reflejo del espíritu del sistema.
La solución, evidentemente, no pasa por las urnas. Gracias, Portugal, por el ejemplo.