Per Ferrer
Mal empezamos. Lo primero que leo el otro día en un diario valenciano de capital catalán, es lo siguiente: “Bloc, Iniciativa y Els Verds-Esquerra Ecologista. Compromís se presenta como la ‘tercera fuerza política valenciana’”. Si la primera frase del artículo, si lo que dice el partido como presentación ya es una mentira, ¿que se puede esperar de un partido así? ¿Qué principios defenderá una fuerza política que recurre a la mentira incluso para darse a conocer?
Recordemos que el Compromís que entró en las Cortes era una coalición integrada principalmente por Izquierda Unida y el Bloc, los primeros, IU, ponían la gran parte de los votos, y los segundos, Bloc, un puñado más que nunca había conseguido representación parlamentaria. Dos formas de ver el catalanismo. IU como una forma de alcanzar su paraíso comunista vía destrucción de estados consolidados, y el Bloc como algo natural e innato, que viene marcado por sus jefes en Cataluña, y que es su razón de ser. Ambas fuerzas aspiraban a un resultado espectacular, pero luego las urnas les dejaron claro que el catalanismo en Valencia no gusta, y como sucedió con el antecesor del Bloc, Unitat del Poble Valencià, el Compromís fracasó, y arrastró al vacío a IU cosechando unos nefastos resultados. Pero lo peor estaba por llegar, el Bloc maniobró con una pequeña corriente irrelevante de dentro de IU y quitó la mayoría de la formación a quienes ponen los votos, una IU, que terminó por defenestrar a su lider, y salirse del mal llamado compromís, integrándose en el grupo mixto.
El Compromís nuevo o Coalició Compromís que han bautizado, la integran el Bloc y varias escisiones de Izquierda Unida, pero no el partido. Es por ello que decir que Compromís es la tercera fuerza política es una vil mentira: 1º Que la nueva Coalición no se ha presentado nunca a unas elecciones luego no saben cuantos votos tienen. 2º Que es muy discutible que puedan superar a Izquierda Unida. 3º Que hay fuerzas que podrían superarles sin grandes problemas al no disponer Compromís de los votos de Izquierda Unida, formaciones como Coalición Valenciana de Sentandreu o UPyD de Rosa Díez, tienen muchas posibilidades de superar a un Bloc-Compromís que incluso podría ser la 5ª o 6ª fuerza. Es por tanto su presentación una estafa.
Y finalmente vamos a enterarnos bien de que representan y qué son esta gente del Bloc. El Bloc aspira a ser el partido bisagra que unas veces apoye al PP y otras al PSOE, llevándose la mordida correspondiente en cada ocasión, es decir, igual que Unión Mallorquina. Y ahora vienen más similitudes con la Unión Mallorquina de Munar & cia., el Bloc, se llama a si mismo nacionalista valenciano, pero es partidario de los conocidos como países catalanes en cualquiera de sus versiones y/o actualizaciones, un proyecto pan catalanista donde nos integran a los valencianos por las bravas o por la espalda, y como ciudadanos de 2ª, nuestros queridos vecinos del norte, Munar dice ser mallorquinista pero vamos… El bloc, dice que defiende el valenciano, ¡pero su valenciano no es el nuestro!, ellos dicen que valenciano es nuestra forma de hablar catalán, es decir, son catalanistas, Unión Mallorquina también defiende el catalán, y vemos como de la mano del PP o del PSOE, ha impuesto en Mallorca la dichosa lengua de Pompeu Frabra hasta en la sopa de letras. Con respecto a la bandera de Valencia (toda Valencia, lo que conocemos como Comunidad o antiguo reino), estos señores del Bloc dicen que la Real Señera coronada es la bandera de la ciudad, olvidando lo de ‘Ciutat i Regne de Valéncia’, y que debemos asumir la bandera aragonesa expropiada por los catalanes como la de todo el territorio. Es decir el símbolo de todos los valencianos debe dejar de serlo y asumir el que utilizan los vecinos de la ‘tramontana’.
Conclusión evidente, el Bloc-Morera aspiran a ser la Unión Mallorquina-Munar de Valencia. Con lo amante de los trajes y las corbatas que es el señor Morera solo nos falta verlo salir de alguna tienda exclusiva de la Diagonal.
A ver si los valencianos empezamos a pensar y nos dejamos de engañar, que ya son muchos años de falacias, medias verdades, monas vestidas de seda y pulpos como animales de compañía. Si no queremos seguir siendo la playa de Madrid o el jardín de Barcelona, empecemos a pensar en clave valenciana, y en un partido que libre de prejuicios defienda nuestros intereses sin tapujos.