Per Cesáreo Jarabo
Está claro que no hay nada como poseer la titularidad del BOE. Si para hacer el bien, para hacer bien, y si para hacerse a sí mismo el bien, para hacerse a sí mismo el bien. Y eso de la solidaridad para consigo mismo es algo que los políticos, los titiriteros y las demás tenias sociales tienen asumido a la perfección.
Llevamos ya un tiempo despertándonos de la siesta, muy poco a poco, ciertamente, y en el despertar nos damos cuenta que estamos rodeados de chorizos, y ello nos llena el espíritu, porque si hay chorizos, hay una evidencia cierta de que hay riqueza.
Lo que sucede en el punto siguiente de nuestro despertar es que, cuando hay riqueza nos damos menos cuenta de la existencia de los chorizos, y sin embargo, cuando hay escasez, los chorizos comienzas a lucir con luz propia.
En ese momento es cuando nos damos cuenta que no podemos admitir, bajo ningún concepto, que, ya sean políticos, ya sindicalistas, ya banqueros, ya titiriteros, ya paniaguados, ya amiguetes, ya empresas fantasma, ya… lo que sean en el aparato exprimidor… se estén llenando el carrillo y el bolsillo de manera impune, y siempre a nuestra costa.
Pero nos damos nuevamente media vuelta en nuestra letal siesta, y cuando abrimos los ojos nos encontramos con cosas como el Real Decreto 1640/2009 de 30 de octubre, por el que se establecen las normas reguladoras de la subvención de concesión directa a la entidad Basque Culinary Center Fundazioa para la puesta en marcha del proyecto Basque Culinary Center.
¿Mande…? Sí, sí, acuda, amigo lector a tan triunfal decreto. Es un ejemplo de literatura banal… y bacanal. Banal en cuanto a los argumentos utilizados, y bacanal en cuanto a lo que decreta el decreto.
Resulta que nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras esposas, eran (o son) unas incalificables porque se reservan para el cuidado de su familia, y de paso realizaban unos exquisitos guisos. Eso no lo pone el decreto. Eso forma parte del decreto fundacional del sistema opresor que hoy tenemos a gala disfrutar.
Con esa premisa, el decreto decreta, literalmente: “ Las ciencias gastronómicas son multidisciplinarias, y consisten en el conocimiento razonado de todo aquello que se refiere a la persona en cuanto se nutre, considerando los procesos agrícolas, económicos, científicos, técnicos, sociales y culturales de la nutrición”. Y eso nos lo dicen ahora que han conseguido apartar de esa ciencia a la mitad de la población, condenando a la totalidad de la población a la tiranía de la comida plástica.
Pero no acaba ahí el asunto, porque para esas ciencias multidisciplinarias, se decreta un fondo especial de… (al tanto y no pierdan el virtuosismo lingüístico de los chorizos): “490 millones de euros a la financiación de actuaciones de I+D+i, de los cuales el Acuerdo del Consejo de Ministros de 5 de diciembre de 2008 por el que se aprueba el destino del fondo especial del Estado para el estímulo de la economía y el empleo, dotado por el Real Decreto-ley 9/2008, de 28 de noviembre, y su distribución por departamentos ministeriales, ha asignado 130 millones de euros al eje de entornos de excelencia internacional en otros sectores distintos de la salud y de la energía”. ¿Qué?, ¿cómo le queda el cuerpo? A ellos, fetén.
Y no se lo pierda, amigo lector, siga disfrutando del virtuosismo lingüístico utilizado para favorecer a los de la mamandurria permanente: “La subvención se concederá de forma directa, (ahorro verborrea existente)…. por su carácter singular y por concurrir razones de interés público, social y económico que dificultan su convocatoria pública, mediante resolución del Secretario de Estado de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación o del órgano en el que delegue, previa aceptación del beneficiario”.
Previa aceptación del beneficiario, dice…. ¡Pero qué morro! Además, no hay concurso, sino que la pasta se suelta así, directamente, a cuatro amiguetes y por decreto… por concurrir razones de interés público…que dificultan su convocatoria pública. Insisto, ¡pero qué morro!
Finalmente, el decreto decreta que “la subvención alcanzará un importe de siete millones de euros (7.000.000,00 euros), que se imputarán al presupuesto de gastos del Ministerio de Ciencia e Innovación del año 2009.” Y “El pago de la subvención se realizará a favor de la entidad beneficiaria… por anticipado y sin necesidad de constituir garantía”
Genial. Y el pueblo español sigue durmiendo la siesta.