Per Baltasar Bueno
El vicepresidente del Gobierno catalán, líder de ERC e hijo de guardia civil, José Luis Pérez y Carod-Rovira, acaba de anunciar que objetivo prioritario de la Generalidad de Cataluña -ellos pueden decir de Cataluña y nosotros no podemos decir que la nuestra es Valenciana, gracias a los de Harvard- es impulsar en esta su legislatura la Eurorregión.
Bajo este eufemístico término, se engloba a Aragón, Cataluña, Islas Baleares, Midi-Pyrénées, Languedoc-Rosellón y la Comunidad Valenciana.
Es decir, los países catalanes, esos fantasmas que los anexionistas decían que siempre veíamos los secesionistas, sin base ni fundamento.
El ciudadano Pérez -apellido que le viene por nacido en cuartel bajo bandera española y la honrosa leyenda "Todo por la Patria" - ya ha dado instrucciones de que se active fuertemente la Eurorregión tras las elecciones de mayo de 2007, con el fin de que no interfiera en la recolecta de votos.
La consigna de este hijo de la respetable Benemérita con respecto a la Comunidad Valenciana es que "el asunto debe ser tratado con mucho cuidado", porque al pueblo valenciano hay que entrarle con vaselina.
Esto quiere decir que nos van a meter la Eurorregión, la nueva denominación de los países catalanes -al PP, sobre todo- por decreto, con un ordeno y mando de la central a la sucursal de aquí- ya me dirán qué otra cosa es la AVL-, donde, como siempre, corremos el peligro del ´sí, bwana´.
No quiere el señor Pérez -éste es su verdadero apellido paterno, que no suele citar, ni exhibir- que su proyecto "eurorregionalista" , el pancatalanismo, interfiera en el fragor del ya inminente debate electoral en la Comunidad Valenciana, reservándoselo para las trastiendas de botica, donde se cocina asuntos tan delicados como los de la creación de la AVL, por el tándem Pujol-Zaplana en Reus.
Así que, ojo al canto, y a observar a la otrora Generalidad (ex) Valenciana, no sea que un día despierten y les dé el soponcio de verse el Palau de la Generalitat, el de la calle Caballeros, convertido en una mera Delegación del Gobierno de Cataluña y a la ministra Ana Michavila de Delegada.
Al menos, ya lo es Ascensión Figueres, al frente de la sucursal que el Instituto de Estudios Catalanes tiene en la antigua cárcel de San Miguel de los Reyes, donde han enchiquerado la ex Lengua Valenciana.