Abogado. Nacido en Castellón, en 1931, en la calle de Enmedio. Su abuelo materno, Ricardo Carreras, uno de los fundadores de la Sociedad Castellonense de Cultura, despertó en su familia el interés por las artes y la literatura, que cultiva desde muy joven. Está casado.Tiene dos hijos.
Estudió en los Jesuitas de Valencia a los que agradece su formación humanista, su sentido de la democracia y de la solidaridad.
Posteriormente, estudia Abogado-Economista en la Universidad de Deusto y regresa a Castellón, en 1954, una vez terminados sus estudios.
Se integra de lleno en la vida y sociedad castellonense participando en diversas actividades culturales.
Obtuvo la Flor Natural en los Juegos Florales de las Fiestas de la Magdalena de 1956.
En 1958, organiza el II ciclo de Arte Mediterráneo en Castellón, interviniendo muchos destacados pintores y artistas como Ciric Pellicer y Aguilera Cerni, participando Camilo J. Cela.
Da conferencias y vibra con la necesidad cultural de su ciudad. Se dedica a la decoración, interviniendo en la estética de algunos establecimientos de la ciudad.
En 1960, al regreso de su viaje de novios, empieza el ejercicio de la abogacía, dedicándose plenamente a ella. Ha intervenido en casos muy significativos para la provincia de Castellón, como fue en el caso Imepiel.
Poeta, escritor, articulista del periódico Mediterráneo, contertulio habitual en TV de Castellón. Hombre sensible a las carencias y cambios sociales y sobre todo rebelde ante la manipulación.
¿Usted se llama Wenley? ¡Qué nombre tan raro! ¿De dónde procede?
Mi padrino, hermano de mi abuela paterna, se llamaba Wenley. Luego, supe que era el nombre de un filósofo inglés muy reconocido en aquella época. Me lo puso a mí y todos me conocen por ese nombre.
¿Cómo le gusta que le llamen en realidad?
Hay gente que me llama: Eduardo, otros Palacios, algunos me han llamado Willy. Contesto a todos. Sobre todo me gusta que mi mujer me llame cariño, porque estoy muy enamorado.
¿Es usted buen conocedor de la provincia de Castellón?
Si, conozco la provincia. Fui a Villafranca en vacaciones durante muchos años. El primer verano fue el del 38, cuando había escasez de alimentos aquí en La Plana. Siempre recordaré el pan blanco y las chuletas de Villafranca. Allí yo hablaba valenciano con todos. Recuerdo el saludo típico, que se cruzaban las mujeres, que iban y venían de la fuente: "al aigua, al aigua, avant, avant, adiós, adiós".
Estos días está usted de moda; se habla mucho de usted. Parece ser que en el discurso de "Exaltación de Na Violant" armó un revuelo ¿es así?
Me gusta tener libertad para decir las cosas que sinceramente pienso y eso es lo que ocurrió. No me sorprende que haya gente que reaccione insultando cuando no está de acuerdo, porque nunca dicen que los hechos que señalo están equivocados. Me hace pensar que tal vez no tengan razón. Sobre todo los que protestan porque me permiten publicar mis artículos de opinión. Es siempre lo mismo, imponer la censura. Hay muchas personas que comparten mis ideas sobre la identidad de la Lengua Valenciana y de nuestra cultura propia, por eso tuve muchas e importantes felicitaciones por mi intervención.
Hay algunos que se empeñan en decir que el catalán y valenciano son lo mismo, que somos catalanes y cosas así, incomprensibles si conoces la Historia. Nunca he militado en ningún partido político. Algunas personas opinan en función de su idea política y no en función del análisis de un hecho. A mi no me gusta que me manipulen.
En una ocasión, tuve la oportunidad de sentarme, durante una cena que se celebró aquí en Castellón, frente a Jordi Pujol y hablamos del Rey Don Jaime. Recordaré siempre lo que me dijo: "L´historia pot ser aixi pero hi ha que contar-la d´una altra manera". Yo no soy así.
¿Qué opina de este confusionismo que nos han creado con el valenciano y el catalán?
Aunque actualmente hay una pandemia de filólogos, creo que es un asunto estrictamente político y no lingüístico. Lo comprendí cuando oí las declaraciones de un profesor catalán en TV3 en las que decía: "si el valenciano no es catalán, nunca haremos los países catalanes".
¿Cree que a nuestros jóvenes les va a influir negativamente esta polémica?
Se darán cuenta de que es una manipulación y la rechazarán, como ocurre con tantos y tantos equívocos que se les enseñan.
Cela y Dalí eran los únicos intelectuales, en su época, que no militaban en el partido comunista y para ganarse apoyos no tenían más remedio que hacer extravagancias. Se ha mentido mucho, se ha hecho creer a nuestros jóvenes que, si no eres de izquierdas, no puedes ser un intelectual o un artista.
¿Considera que salud, dinero y amor son importantes en este orden?
Considero que son algo tópicos. No hay duda que todos son importantes pero, a veces, esa obsesión por la salud, el dinero y el amor, enmascara una realidad del hombre mucho más importante. Sobre todo hay que tener libertad y luchar por ella.
A veces, hay que sacrificar alguna de las tres cosas para ser libre. Cuando pierdes un poco de libertad, la puedes perder toda.
¿Le gustan las fiestas de Castellón? ¿Cuáles son las que más le gustan?
Me gustan, sobre todo cuando representan lo tradicional. Me encantan los niños atados a una caña de la que cuelga el farol para iluminarse, cuando bajan de la montaña.
Lamento que se haya perdido "la torná" del día de la Magdalena. Los carros engalanados, por la mañana iban hacia la Ermita con los utensilios propios para hacer la paella. Comían allí y después, con calma, volvían alegres aunque cansados. De ahí viene aquello que se cuenta. "¿A on aneu? ¡¡¡A la Magdalena!!! ¿D´a on veniu? De -la -Mag-da-le-na", con voz claramente fatigada. Ahora no hay tiempo para el sosiego".
Dígame una de sus aficiones favoritas.
Una de ellas es descifrar y analizar casos difíciles.
Ordeno los papeles por orden cronológico, después miro el trasfondo, es decir, el paisaje. Es muy importante ver el paisaje de los acontecimientos para entenderlos.
¿Que opina usted de la Universidad Jaime I?
Sería muy buena si se proyectara como una Universidad auténtica, es decir, abierta y con espíritu de superación científico; pero, por desgracia, es sectarista, está encerrada en si misma. Hay un predominio excesivo de determinada ideología política; prolifera la visión partidista y así no puede medrar demasiado.
La Universidad no es sitio donde anidar un partido político.
Si, como decía Machado, tuviera que ir ligero de equipaje ¿qué llevaría?
Me llevaría una idea, el respeto a los principios básicos sociales, los que están basados en la ley natural, no los que elaboran los filósofos, sino los que sabe el pastor. Cuando esas normas sociales se rompen, es muy fácil llegar incluso al delito.
Por ello detesto la mentira, la considero peor que un pecado, es una falta de educación, una agresión a esos principios sociales.
También me es fundamental lo de amar a Dios sobre todo y al prójimo como a ti mismo.
Dígame el titulo de algún libro favorito.
Cien años de soledad. El romancero gitano.
¿Algún músico?
Beethoven. Los Panchos.
¿Un pintor?
Van Gohg y, desde luego, Ripollés.
¿Un plato gastronómico?
Las angulas y els "pastissets de moniato". Me encantan.
¿Cómo se titula el libro que recientemente le han publicado?
El Belén de un poeta.
Gracias por su atención. Usted también puede ser como esos jóvenes que llevan el farol para iluminar la bajada de la Ermita. Creo que una persona como usted, que es capaz de decir lo que piensa, es joven, por eso no importa su edad.